• El osteosarcoma es un tipo de cáncer que afecta principalmente a los huesos.
  • Tiende a ocurrir en perros viejos de raza grande a gigante y es poco frecuente en los gatos.
  • La mayoría de los tumores se producen en las extremidades, los síntomas clínicos pueden incluir dolor, cojera, hinchazón en el sitio del tumor, letargo (pérdida de energía), y pérdida de apetito.
  • Una biopsia ósea, o muestra de tejido, es necesaria para un diagnóstico definitivo.
  • Otras pruebas diagnósticas pueden incluir radiografías (rayos X), un recuento sanguíneo completo (CBC), un panel químico, análisis de orina, y posiblemente una exploración por tomografía computarizada (TC).
  • El tratamiento puede incluir la extirpación quirúrgica del hueso afectado, radioterapia, y posiblemente quimioterapia u otros medicamentos.

¿Qué es osteosarcoma?

Osteosarcoma es un tipo de tumor maligno (canceroso) que afecta principalmente al hueso. Osteosarcomas primarios surgen a partir de tejidos dentro del propio hueso, mientras que los osteosarcomas secundarios se propagan a los huesos de otros lugares. El osteosarcoma es el tumor óseo primario más común en los perros, pero es relativamente raro, y por lo general menos agresivo en gatos. Este tipo de cáncer afecta generalmente a perros mayores, de razas grandes o gigantes, pero puede ocurrir a cualquier edad.

La mayoría de los tumores se presentan en las extremidades, pero también pueden aparecer osteosarcomas en las costillas, la columna vertebral y el cráneo, e incluso en los tejidos como el bazo y las glándulas mamarias. Aunque la causa exacta de este cáncer es desconocida, traumatismo previo en el área del tumor puede ser un factor contribuyente.

¿Cuáles son los signos clínicos de osteosarcoma?

Los síntomas de osteosarcoma dependerán de la localización del tumor. Los perros con tumores en las extremidades pueden mostrar evidencia de dolor y cojera, a menudo con un inicio gradual. Puede haber una hinchazón firme en el lugar del tumor. En ocasiones, el tumor puede causar que el hueso se debilite y se rompa, lo que se llama fractura patológica.

Los tumores del cráneo pueden resultar en convulsiones o deformidades faciales. Mascotas con tumores en las costillas pueden tener dificultad para respirar si el tumor está presionando, o se ha diseminado a los pulmones. Tumores de la médula puede dar lugar a alteración del movimiento. Las mascotas pueden mostrar signos generales de letargo (falta de energía) y pérdida de apetito.

¿Cómo se diagnostica el osteosarcoma?

Su veterinario puede recomendar una serie de pruebas de diagnóstico:

  • Radiografías (rayos X): Las radiografías de los huesos son útiles para ayudar a distinguir los tumores de otros problemas, como fracturas e infecciones óseas, y para determinar el grado de compromiso óseo. Su veterinario también puede recomendar radiografías de tórax para comprobar si hay señales de que el tumor se ha diseminado a los pulmones, un sitio común para la metástasis (diseminación del cáncer).
  • Tomografía computarizada (TC): En comparación con las radiografías tradicionales, una tomografía computarizada puede proporcionar más detalles de los huesos y los pulmones.
  • Biopsia de hueso: Una pequeña muestra de hueso se requiere para hacer un diagnóstico definitivo.
  • Recuento sanguíneo completo (CBC), perfil bioquímico y análisis de orina: Estas pruebas pueden proporcionar información para ayudar al veterinario a determinar un pronóstico y si el perro es un buen candidato para la quimioterapia, si es necesario.

Tratamiento y pronóstico

Su veterinario puede recomendarle a un oncólogo veterinario (un especialista en cáncer) para obtener más información sobre las opciones disponibles para su mascota.

Desafortunadamente, la mayoría de los osteosarcomas ya han hecho metástasis (diseminación) a los pulmones cuando se diagnostican. Aunque algunas radiografías de tórax pueden mostrar tumores pulmonares evidentes, las lesiones a menudo pueden ser microscópicas e invisibles en las radiografías.

Debido al alto riesgo de metástasis al pulmón y el mal pronóstico asociado, muchos dueños eligen el tratamiento paliativo para sus mascotas, que no cura pero puede aliviar el dolor y mejorar la calidad de vida de la mascota.

El tratamiento generalmente se inicia con la extirpación quirúrgica del hueso, cuando es posible. Esto generalmente significa amputación de una pierna para las mascotas con tumores de las extremidades. En algunos casos, un injerto de hueso se puede intentar para ayudar a salvar la extremidad, pero a menudo hay limitaciones y complicaciones con estos procedimientos. La mayoría de las mascotas son capaces de moverse sorprendentemente bien con tres patas. Aun así, la amputación sola en raras ocasiones cura la enfermedad.

Para tumores en lugares donde la extirpación quirúrgica es difícil, o si el propietario opta por renunciar a la cirugía, la radioterapia y medicamentos para el dolor pueden aliviar el dolor y ayudar temporalmente a que la mascota se sienta mejor.

En perros que no muestran signos de metástasis, la cirugía seguida de quimioterapia puede ayudar a mejorar la expectativa de vida de la mascota.

Al igual que con todos los tipos de cáncer, el diagnóstico y tratamiento precoz puede mejorar el pronóstico para su mascota. Es por eso que es importante que su veterinario examine a su perro cada vez que observe signos de cojera o inflamación, especialmente en las extremidades.