• La enfermedad de Addison ocurre cuando el cuerpo no puede producir las cantidades adecuadas de ciertas hormonas, incluyendo una hormona llamada cortisol.
  • La enfermedad de Addison tiende a afectar a los perros jóvenes o de mediana edad, y las hembras son más comúnmente afectadas que los machos. Es poco frecuente en los gatos.
  • El diagnóstico puede ser complicado, pero la mayoría de los perros responden bien a un tratamiento adecuado y pueden tener vidas normales.

¿Qué es la enfermedad de Addison?

Los glucocorticoides (principalmente cortisol) y mineralocorticoides son dos tipos importantes de hormonas producidas por las glándulas suprarrenales. En condiciones normales, el cerebro libera una hormona llamada adrenocorticotropica (ACTH) que estimula las glándulas adrenales ó suprarrenales para que liberen sus hormonas. La enfermedad de Addison ocurre cuando el cerebro no libera cantidades adecuadas de ACTH, o las glándulas suprarrenales no liberan sus hormonas en respuesta a la ACTH. El término médico para la enfermedad de Addison es hipoadrenocorticismo.

Los glucocorticoides y mineralocorticoides ayudan a regular numerosos procesos complejos en el cuerpo y participan en funciones críticas tales como las siguientes:

  • Mantener el equilibrio de fluidos del cuerpo
  • Mantener el equilibrio de sodio y potasio del cuerpo
  • Mantener la integridad y el funcionamiento de los vasos sanguíneos
  • Regulación de la presión arterial y el flujo sanguíneo a órganos vitales, como los riñones
  • Apoyar la función cardíaca
  • Controlar los niveles de azúcar en la sangre y el metabolismo de los hidratos de carbono
  • Contribuir a contrarrestar los efectos del estrés
  • Ayudar a mantener la función del sistema inmunológico
El organismo animal tiene sistemas altamente desarrollados denominados mecanismos de retroalimentación que controlan la cantidad de estas hormonas que las glándulas suprarrenales producen y liberan, en base a las necesidades del cuerpo. En momentos de estrés físico o emocional, el cuerpo tiende a aumentar la producción y liberación de glucocorticoides (cortisol) para ayudar a afrontar el episodio estresante. En contraste, cuando el cuerpo está recibiendo cortisol de una fuente externa (como una píldora o inyección de cortisona), reduce la cantidad de cortisol que las glándulas suprarrenales producen.

En la mayoría de los casos, la causa de la enfermedad de Addison no se puede determinar. A veces, el sistema inmunológico puede dañar las células de las glándulas suprarrenales tan extensamente que estas no pueden liberar las hormonas cuando lo necesitan. En otros casos, tales como un tumor cerebral, la parte del cerebro que debería liberar ACTH es incapaz de hacerlo. Sin embargo, la enfermedad de Addison también puede ocurrir cuando una mascota que está recibiendo medicamentos de cortisol de repente deja de recibirlo. En este caso, el organismo ha reducido su producción de cortisol propia y no puede aumentarla lo suficientemente rápido para compensar cuando se suspende el medicamento. Esta es la razón por la que los medicamentos esteroides (como prednisona) no deben ser interrumpidos repentinamente, sino que deben reducirse gradualmente y luego suspenderse.

La enfermedad de Addison se diagnostica con mayor frecuencia en perros, aunque se encuentra raramente en gatos. Los perros jóvenes o de mediana edad son generalmente afectados, y las hembras son más comúnmente afectadas que los machos.

¿Cuáles son los signos clínicos de la enfermedad de Addison?

Los signos clínicos asociados con la enfermedad de Addison pueden variar mucho y pueden parecerse a los de otras enfermedades. Estos incluyen los siguientes:

  • Vómitos y diarrea
  • Disminución del apetito
  • Mayor toma de líquidos y micción
  • Deshidratación
  • Debilidad y episodios de colapso
  • Dolor abdominal
  • Pérdida de peso
  • Pulso débil y frecuencia cardíaca lenta
Estos signos clínicos pueden variar en severidad, y muchos propietarios informan que los problemas "aparecen y desaparecen," a veces parecen mejorar por sí mismos y, a veces responden temporalmente a un tratamiento muy inespecífico. Debido a que los perros con la enfermedad de Addison tienen una capacidad reducida para afrontar el estrés, el estrés emocional de visitar una perrera ó la emoción de una reunión familiar pueden causar un resurgimiento de los signos clínicos.

¿Cómo se diagnostica la enfermedad de Addison?

El diagnóstico de la enfermedad de Addison puede requerir varios pasos. Su veterinario probablemente comenzará por revisar la historia médica de su mascota. Un examen físico completo puede ser seguido por recomendaciones para realizar pruebas de diagnóstico. Los resultados de estas pruebas pueden apoyar el diagnóstico de la enfermedad de Addison:

  • Análisis de sangre, incluyendo un panel químico y recuento sanguíneo completo (CBC)
  • Análisis de orina
  • Radiografías abdominales (rayos X)
  • Ecografía abdominal
Si su veterinario sospecha de la enfermedad de Addison, él puede recomendar una prueba adicional llamada prueba de estimulación con ACTH. Como se describió anteriormente, la ACTH es la hormona producida en el cerebro que estimula las glándulas suprarrenales para que liberen glucocorticoides y mineralocorticoides. En un perro con la enfermedad de Addison, la ACTH puede estar ausente o las glándulas suprarrenales pueden ser incapaces de responder adecuadamente a ella. La prueba de estimulación con ACTH implica administrar una pequeña cantidad de ACTH por inyección y, a continuación medir los niveles de cortisol producidos durante un período de unas pocas horas. En perros con la enfermedad de Addison, la inyección de ACTH no da lugar a un aumento significativo en los niveles de cortisol. Esta respuesta puede ser utilizada para confirmar el diagnóstico.

La prueba de estimulación con ACTH requiere unas horas de hospitalización para que se pueda extraer sangre para comprobar la respuesta del cuerpo a la inyección.

¿Cuáles son el tratamiento y evolución de la enfermedad de Addison?

Algunos perros con la enfermedad de Addison llegan al consultorio veterinario en un estado de crisis que amenaza la vida. La presión arterial baja, shock, deshidratación, función cardiaca deteriorada, y otras complicaciones de la enfermedad pueden ser mortales si no se tratan inmediatamente y de manera agresiva. En tal caso, la hospitalización es necesaria para administrar de emergencia terapia de fluidos por vía intravenosa y otros procesos de estabilización.

En otros casos, los signos clínicos de la enfermedad de Addison son más leves. Mientras el perro esté estable el tratamiento se puede comenzar en forma ambulatoria.

El tratamiento primario para la enfermedad de Addison consiste en darle al cuerpo las hormonas que la glándula suprarrenal es incapaz de producir por sí misma. Suplementación de glucocorticoides generalmente consiste en administrar píldoras de prednisona o hidrocortisona. La mayoría de los perros también necesitan un suplemento mineralocorticoide, los cuales están disponibles en pastillas y formulaciones inyectables. Una formulación popular de mineralocorticoides es pivalato de desoxicorticosterona inyectable (PDOC), este medicamento se puede administrar cada 21 a 30 días.

Los medicamentos para la enfermedad de Addison sólo reemplazan las hormonas que faltan, no curan la enfermedad. Por lo tanto, los perros con la enfermedad de Addison deben recibir los medicamentos por el resto de sus vidas. Exámenes veterinarios periódicos y pruebas de sangre repetidas son necesarios para la mascota de por vida, y algunas veces la dosis de los medicamentos deben ser modificadas. Su veterinario también puede discutir la modificación de los medicamentos de su mascota en momentos de estrés, cuando el cuerpo puede aumentar su necesidad por estas hormonas. Afortunadamente, los perros que reciben el tratamiento adecuado para la enfermedad de Addison pueden tener una vida normal y disfrutar de una buena calidad de vida.