Dog Crouching
Dejarse caer al piso es "una solicitud de juego," dice Sharon Crowell-Davis, DVM, DACVB, profesora en la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Georgia. Los perros utilizan el lenguaje corporal, incluyendo varias solicitudes de juego, para comunicar sus intenciones.

"Uno de [estas solicitaciones] es precisamente tirarse al suelo, y uno de ellos es lo que llamamos una reverencia de juego donde los cuartos delanteros van abajo y los cuartos traseros están dirigidos hacia arriba en el aire", explica la Dra. Crowell-Davis. "Otra es la de levantar una pata delantera, bien al estar de pie o en en la posición  de reverencia de juego, y moverla saludando a otro perro – esas son todas las formas de invitar a otro perro a jugar."

Aprender a Socializar

Los problemas pueden surgir cuando el otro perro no reconoce el significado detrás del gesto. "Tanto los perros como los gatos son especies sociales, y esto significa que nacen con la capacidad de aprender el comportamiento social apropiado específico de la especie y las respuestas sociales apropiadas de su especie, pero no nacieron sabiendo todo eso," dice la Dra . Crowell-Davis. Debido a esta curva de aprendizaje, la Dra. Crowell-Davis hace hincapié en la importancia de las clases de socialización de cachorros y asegurar que tu cachorro tenga experiencias agradables con los demás de su especie pronto y con frecuencia.

Un perro que carece de experiencias sociales significativas puede no tener idea de lo que una reverencia de juego significa y podría responder con miedo, e incluso podría atacar al perro que ha realizado la solicitud de socializar. "Pero si tienes perros que han crecido con otros perros y han aprendido la señalización de perro, lenguaje de perro y reglas de etiqueta de perro (si un perro sabe que otro perro hace esto, se supone que debo responder de una cierta manera), entonces, cuando un perro hace una solicitud de juego, el otro perro sabrá responder si se siente con ganas de jugar. "o bien, añade, tal vez el perro no se siente como con ganas de jugar, en cuyo caso ignorará la reverencia de juego o simplemente se acostará.

Otra fuente potencial de conflicto surge cuando, por ejemplo, hay un perro joven en la casa que le gusta jugar mucho y un perro más viejo que a veces le gusta jugar, pero no siempre. "Podríamos tener al perro más joven que va y solicita al perro más viejo, y a veces el perro más viejo juega y otras veces sólo lo mira," dice la Dra. Crowell-Davis. "El perro más joven tiene que aprender a retroceder."