• Alopecia (caída de pelo) puede ocurrir cuando el pelo no crece a un ritmo normal o cuando el pelo se pierde más rápidamente de lo que puede volver a crecer.
  • La alopecia puede resultar de una variedad de condiciones médicas, incluyendo infecciones de la piel, enfermedades hormonales, e infestaciones por pulgas o ácaros.
  • Muchas de las causas de alopecia son tratables. Si el folículo del pelo no ha sido permanentemente dañado o destruido, el pelo volverá a crecer con el tiempo.

¿Qué es la alopecia?

La alopecia es el término médico utilizado para describir la pérdida de pelo. La alopecia puede ocurrir cuando el pelo no crece a un ritmo normal, o cuando el pelo se pierde más rápidamente de lo que puede volver a crecer. Alopecia no se debe confundir con una muda excesiva. La muda (incluso desprendimiento durante todo el año en algunos animales) es un proceso normal y no es una enfermedad. La muda sólo debe ser motivo de preocupación si es lo suficientemente fuerte como para crear áreas de adelgazamiento del pelo o calvicie consistente con alopecia.

¿Qué causa la alopecia?

El crecimiento del pelo ocurre en un ciclo y depende de un folículo piloso sano y que funcione. Una vez que el pelo crece, se mantiene dentro del folículo piloso hasta que un nuevo pelo crezca para reemplazarlo. Cuando esto ocurre, el pelo mas viejo cae y el nuevo pelo se mantiene dentro del folículo hasta que se caiga, y sea sustituido a su vez. Si los folículos pilosos se dañan, destruyen, o son afectados por inflamación o infección, puede ocurrir pérdida del pelo y el nuevo crecimiento del pelo puede ser obstaculizado. Cuando esto sucede sobre un área lo suficientemente grande, se puede observar la alopecia o la calvicie. La alopecia puede ser causada por una variedad de condiciones. Las condiciones que pueden afectar el folículo piloso directamente incluyen los siguientes:

  • Sarna demodéctica (causada por los ácaros microscópicos Demodex que viven en el folículo del pelo)
  • Tiña (una infección por hongos que causa que escamas/células de la piel y organismos fúngicos obstruyan el folículo del pelo)
  • Pioderma (una infección bacteriana de la piel en la que residuos de la piel, bacterias, y células inflamatorias obstruyen y dañan el folículo del pelo)
  • La seborrea (una condición de la piel en la que descamación excesiva de células de la piel provoca la obstrucción del folículo piloso)
  • Enfermedades glandulares u hormonales (tales como enfermedad de la tiroides y de las glándulas suprarrenales, en las que el ciclo de crecimiento del pelo se interrumpe debido a los cambios hormonales; también pueden ocurrir infecciones secundarias de la piel o seborrea)
La alopecia puede resultar cuando una mascota daña su piel o se arranca el pelo. Las pulgas, por ejemplo, pueden causar tal picazón que las mascotas se arrancan los pelos y crean áreas sin pelo. Las mascotas que son alérgicas a las pulgas experimentan picazón aun más intensa y pueden arrancarse el pelo, crear heridas en la piel, y desarrollar infecciones bacterianas secundarias por el rascado y mordiscos repetitivos.

Los gatos pueden experimentar alopecia psicogénica, que es un comportamiento de aseo compulsivo a menudo causado por la tensión o cambios en el hogar. Los gatos con esta enfermedad pueden asearse el pelo en sus flancos y extremidades posteriores hasta que se crean zonas calvas.

Hay pocos casos de alopecia congénita (es decir, que el animal nació con funcionamiento anormal de los folículos pilosos), y algunas razas, como los perros salchicha, pueden desarrollar patrones de calvicie en las orejas o en otras partes del cuerpo.

¿Cuáles son los signos clínicos de la alopecia?

El signo clínico más obvio de alopecia es el adelgazamiento de un área de pelo o pérdida de pelo significativa como para crear áreas calvas. Otros cambios en la piel pueden ayudar a su veterinario a determinar la causa de la alopecia. Estos incluyen costras, enrojecimiento de la piel, formación excesiva de costras o secreción, caspa, o heridas. En algunos casos, como con la enfermedad de la tiroides u otras condiciones glandulares, la piel puede parecer relativamente normal excepto por el adelgazamiento o la pérdida del pelo.

Las mascotas con alopecia pueden o no tener comezón. En algunos casos, el pelo puede caerse muy fácilmente cuando se toca la mascota.

¿Cómo se diagnostica la alopecia?

La historia clínica y el examen físico pueden proporcionar información valiosa para su veterinario. La historia médica puede incluir una determinación de cuánto tiempo ha estado sucediendo la pérdida del pelo y si se han observado otros signos de enfermedad. Los hallazgos del examen físico pueden revelar la existencia de una enfermedad subyacente. Por ejemplo, un perro con enfermedad de la tiroides puede tener sobrepeso y tener un ritmo cardíaco más lento de lo normal, o su veterinario puede encontrar pulgas o "suciedad de las pulgas" (heces de pulgas) en una mascota que tiene una infestación de pulgas.

Un diagnóstico de alopecia significa tratar de identificar una causa subyacente. Su veterinario puede recomendar pruebas específicas para obtener más información sobre la condición de la piel de su mascota:

  • Cultivo fúngico: si se sospecha tiña, su veterinario puede arrancar unos cuantos pelos de varias áreas en la piel de su mascota y colocar las muestras de pelo en un medio de cultivo (una sustancia que se utiliza para cultivar organismos microscópicos). Esto puede hacerse para confirmar el diagnóstico de tiña.
  • Raspado de la piel: Si su veterinario sospecha sarna, se pueden probar muestras de piel asociadas al folículo del pelo. Esto implica el uso de una hoja de bisturí para raspar suavemente varias zonas de la piel sin pelo. Debido a que estos ácaros viven en el interior del folículo piloso, el raspado de la piel debe ser lo suficientemente profundo para causar un ligero sangrado con el fin de capturar muestras que contengan los ácaros. Estas muestras se examinan bajo un microscopio para verificar la presencia de ácaros.
  • Citología: Usando un hisopo, o tocando suavemente la superficie plana del portaobjetos de microscopio a la piel, se pueden obtener muestras de escamas de la piel y desechos para examinarlas con un microscopio para determinar qué tipos de células inflamatorias, células de la piel, o bacterias pueden estar presentes.
  • Cultivo bacteriano: Si la piel está infectada o hay heridas, su veterinario puede tomar algo de este material para identificar bacterias específicas.
  • Biopsia de piel: Su veterinario puede querer obtener una pequeña muestra de tejido de la piel usando anestesia local (o, posiblemente, sedación o anestesia general). Esto puede ser enviado a un laboratorio de diagnóstico para un examen de las células de la piel, folículos pilosos, y otras estructuras dentro de la piel.
Si su veterinario sospecha que la alopecia puede ser causada por alergias en la piel, él o ella puede recomendar una prueba para determinar a que puede ser alérgica su mascota. Del mismo modo, si se sospecha de un proceso como enfermedad de la tiroides, se puede recomendar pruebas de sangre u otras pruebas diagnósticas específicas.

¿Cómo se trata la alopecia?

El tratamiento para la alopecia debe incluir tratamiento de la causa subyacente. Afortunadamente, una infestación por pulgas, sarna, pioderma, y muchas otras causas de alopecia son condiciones tratables. Se pueden recomendar medicamentos administrados por vía oral (por ejemplo, antibióticos o medicamentos antifúngicos), champúes medicinales, y productos para controlar las pulgas.

Una vez que el problema de fondo ha sido tratado, los folículos pilosos se recuperan con el tiempo. Si los folículos pilosos no han sido permanentemente dañados o destruidos, el pelo volverá a crecer. Sin embargo, si una infección de la piel o trauma de la piel ha sido lo suficientemente grave como para dañar o destruir los folículos pilosos, las zonas de calvicie pueden mantenerse.