• Un ataque (convulsión) es la transmisión súbita de impulsos nerviosos del cerebro que causan actividad muscular involuntaria.
  • La epilepsia es una condición en la que los ataques se producen periódicamente en el transcurso de semanas o meses.
  • El tratamiento de cualquier condición subyacente puede eliminar las convulsiones; las mascotas con epilepsia pueden requerir medicamentos anticonvulsivos por el resto de sus vidas.

¿Qué son las Convulsiones y la Epilepsia?

Un ataque (convulsión) es la transmisión súbita de impulsos nerviosos del cerebro que causan actividad muscular involuntaria. El ataque puede afectar sólo una parte del cuerpo, tal como la cara o el cuerpo entero. Cuando todo el cuerpo se ve afectado, se le llama convulsión tónico-clónica generalizada (Grand mal). Un ataque puede ser un evento de una sola vez, pero si las convulsiones se presentan repetidamente a lo largo de semanas o meses, se clasifican como epilepsia. La epilepsia es común en perros, pero relativamente rara en gatos.

¿Cuáles son los Signos Clínicos de Convulsiones y la Epilepsia?

Antes del inicio de una convulsión, muchos animales presentan comportamientos inusuales, como esconderse, buscar a su dueño, o actuar nerviosos.

Durante una convulsión, las mascotas pueden experimentar una pérdida o alteración de la conciencia, y desde temblores leves y las extremidades remando a la mandíbula mordiendo, salivación, vocalización, pupilas dilatadas (agrandadas), micción y defecación. La convulsión en sí por lo general sólo dura unos minutos.

Después de una convulsión, las mascotas puede parecer que están desorientadas, inquietas, o letárgicas (cansadas).

¿Qué Causa las Convulsiones y la Epilepsia?

Los trastornos que afectan el cerebro, como traumatismos, enfermedades congénitas (defectos de las mascotas de nacimiento), tumores, e infecciones pueden causar convulsiones.

Otras condiciones fuera del cerebro también pueden afectar al sistema nervioso. Las convulsiones pueden ser causadas por el consumo accidental de toxinas, como las que se encuentran en los pesticidas, anticongelante, y algunos productos contra pulgas y garrapatas. Condiciones tales como la hipoglucemia (azúcar bajo en la sangre), enfermedad hepática, e hipocalcemia (niveles bajos de calcio en sangre) también pueden resultar en convulsiones. Por último, las convulsiones pueden ser causadas por infecciones virales, bacterianas, fúngicas o parasitarias, como la infección por el virus del moquillo canino, la ehrlichiosis, la criptococosis y la toxoplasmosis.

En muchos casos, la causa exacta de las convulsiones nunca puede ser determinada. Las mascotas que tienen ataques periódicos para los que no se puede encontrar ninguna causa se dice que tienen epilepsia idiopática. La epilepsia idiopática es la causa más común de convulsiones en los perros. Las razas comúnmente afectadas incluyen perros Labradores, Golden Retrievers, Perros de Montaña Bernese, y Caniches. Las convulsiones generalmente comienzan antes de los 5 años de edad.

¿Cómo se Diagnostican las Convulsiones y la Epilepsia?

Su veterinario comenzará tomando una historia clínica de su mascota, incluyendo la posible exposición a toxinas, garrapatas y enfermedades infecciosas. Si su mascota ha tenido más de una convulsión, es importante que su veterinario sepa la edad de su mascota cuando las crisis comenzaron, la duración, intensidad y frecuencia de las crisis. Su veterinario también realizará un examen físico completo de su mascota.

Las pruebas de laboratorio que ayudan a diagnosticar trastornos convulsivos incluyen análisis de sangre, como un perfil bioquímico y un CSC (hemograma completo), así como un análisis de orina. Los exámenes adicionales pueden ser necesarios, dependiendo de la causa que se sospeche. Estas pruebas pueden incluir pruebas de sangre más específicos, radiografías (rayos X), y exámenes de ultrasonido. Si su veterinario sospecha que hay un problema dentro del cerebro, él o ella pueden recomendar el análisis del líquido espinal, un EEG (electroencefalografía), TC (tomografía computarizada) o IRM (imágenes por resonancia magnética).

¿Cómo se Tratan las Convulsiones y la Epilepsia?

El tratamiento varía dependiendo de la causa de las convulsiones. Si las condiciones subyacentes, como intoxicación, infecciones, o hipoglucemia, se pueden tratar, las convulsiones pueden resolverse y no repetirse nunca.

En casos de epilepsia, la mascota puede necesitar tomar medicamentos anticonvulsivos por el resto de su vida. Su veterinario le explicará los posibles efectos secundarios de estos medicamentos y la necesidad de pruebas de sangre periódicas para garantizar que los medicamentos se mantienen en niveles seguros y terapéuticos en la sangre.

Incluso una mascota que es tratada para las convulsiones con éxito todavía puede tener episodios ocasionales de vez en cuando. El objetivo del tratamiento es reducir la frecuencia, duración e intensidad de los episodios.

Las mascotas con episodios convulsivos prolongados pueden necesitar ser hospitalizados. El tratamiento puede incluir líquidos intravenosos, medicamentos anticonvulsivos, terapia de oxígeno y otros tratamientos. El tratamiento puede no ser necesario si la mascota sólo ha tenido una convulsión o si los ataques ocurren con muy poca frecuencia, o son muy leves. Sin embargo, se recomienda a los dueños de mascotas que lleven un diario de las convulsiones para monitorear la frecuencia, duración e intensidad de los episodios. Un incremento en cualquiera de estas tres cosas podría indicar que los medicamentos deben ser considerados.

¿Qué Debo Hacer si mi Mascota tiene una Convulsión?

La mayoría de los ataques duran sólo unos minutos. Aunque puede ser preocupante ver que su mascota tiene una convulsión, trate de mantener la calma y tranquilice a su mascota. Despeje el área alrededor de su mascota para evitar que sus extremidades o cabeza queden atascados en los muebles. Mantenga sus manos lejos de la boca de su mascota, para evitar ser mordido accidentalmente.

Si es posible, mida la duración de la convulsión. Las convulsiones prolongadas (de más de 5 a 10 minutos) pueden llevar a estado de mal epiléptico, un estado de convulsiones continuas. Esta puede ser una condición potencialmente mortal, y las mascotas en este estado debe ser vistas por un veterinario de inmediato.