• La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) es un término amplio que engloba las condiciones que hacen que el revestimiento del tracto digestivo se engrosen e inflamen.
  • La enfermedad inflamatoria intestinal puede ocurrir en perros y gatos.
  • Los signos de la EII incluyen, vómitos crónicos intermitentes y / o diarrea, pérdida de peso y anorexia (pérdida de apetito).
  • La causa exacta de la EII es desconocida.
  • El diagnóstico concluyente de la EII requiere biopsias (muestras de tejido) del tracto intestinal.
  • Algunos médicos veterinarios pueden recomendar una dieta de prueba para descartar  alergias a los alimentos.
  • Muchas mascotas con EII requieren de una dieta especial, así como de medicación.
  • Los tratamientos adicionales pueden incluir antieméticos, antidiarreicos, y / o medicamentos antiparasitarios, así como de antibióticos.
  • La EII normalmente no se puede curar, pero con frecuencia puede ser controlada.

¿Qué es la enfermedad inflamatoria intestinal?

La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) es un término general para definir las condiciones que hacen que el revestimiento de los intestinos se vuelva grueso e inflamado. Cuando esto ocurre, el tracto digestivo no puede absorber los nutrientes y transportar las sustancias alimenticias correctamente. Ciertas porciones del tracto digestivo o toda la longitud de los intestinos pueden verse afectadas.

¿Cuáles son los signos de la enfermedad inflamatoria intestinal?

Los perros y los gatos con EII pueden parecer normales, pero es posible que experimenten vómitos o diarrea intermitentes pero crónicos. Los signos pueden variar, dependiendo de qué parte del tracto digestivo está involucrado. Las lesiones al comienzo del intestino pueden dar lugar a vómitos, mientras que las lesiones más abajo en el tracto digestivo pueden causar diarrea acuosa o diarrea con moco o sangre fresca. En casos más severos, el animal puede perder peso, experimentar pérdida de apetito, o mostrar pelo ralo y sin brillo.

¿Qué causa esta condición?

La causa exacta de la EII es desconocida. Se sospecha que la EII es causada por la estimulación crónica del sistema inmune por diversos factores, incluyendo ingredientes de la dieta, parásitos o bacterias en el tracto digestivo. La genética de la mascota también puede intervenir.

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Su médico veterinario probablemente le recomendará una serie de pruebas para descartar otras causas de los vómitos y la diarrea, incluyendo exámenes de heces, análisis de sangre y radiografías (rayos X). Una ecografía abdominal puede mostrar engrosamiento de asas intestinales, lo que tiende a ocurrir con la EII. Sin embargo, un diagnóstico definitivo de la EII requiere biopsias (muestras de tejido) del tracto digestivo.

Las biopsias pueden ser obtenidos durante una cirugía abdominal o por vía endoscópica utilizando un endoscopio de fibra óptica. Un endoscopio de fibra óptica es un tubo largo y angosto con una cámara diminuta en el extremo. El endoscopio puede ser insertado a través de la boca de la mascota para alcanzar el esófago, el estómago y el intestino delgado, y / o se inserta en el recto para llegar al intestino grueso. El instrumento incluye unas pequeñas pinzas, que pueden ser guiadas por el veterinario con ayuda de la cámara para tomar muestras de tejido.

Mientras que ambos procedimientos requieren anestesia, la endoscopia tiene la ventaja de ser menos invasiva así que la mascota requiere menos tiempo para recuperarse. La endoscopia tiene algunas limitaciones, ya que puede ser difícil o imposible alcanzar algunos lugares dentro del tracto digestivo, y sólo se pueden obtener muestras pequeñas. Por estas razones, la cirugía puede ser preferible.

Una vez que se obtiene una muestra de tejido, un especialista la examinará para determinar el tipo dominante de célula que se encuentra en el revestimiento intestinal. Esto permite que se haga un diagnóstico exacto y así el tratamiento se puede diseñar para el tipo específico de la EII presente.

¿Qué es un ensayo de la dieta?

En algunos casos, su médico veterinario puede sugerir una prueba usando una dieta hipo alergénica para así descartar una causa dietética, como por ejemplo una alergia alimentar. Aunque la mayoría de las mascotas con una alergia a los alimentos desarrollan problemas en la piel (como el prurito o picazón), algunos animales también desarrollan signos compatibles con la EII. En la mayoría de los casos de alergia a los alimentos, la fuente de proteínas en la comida es por lo general la causa del problema.

Antes de iniciar un ensayo dietético, su médico veterinario necesita un historial completo de las dietas que recibió su mascota en el pasado. Asegúrese de incluir los alimentos de consumo humano, así como las dietas o golosinas preparadas comercialmente para mascotas. Un ensayo de dieta por lo general implica alimentar a su mascota con una dieta hecha usando una fuente de proteínas al que el sistema inmunológico de su mascota no ha sido expuesto anteriormente, tales como la carne de venado, conejo, pescado o pato. Esto significa que su veterinario tiene que saber cuáles son las fuentes de proteínas que su mascota ha estado comiendo, porque esas fuentes deben ser evitadas durante la duración del ensayo de la dieta. Otra alternativa es usar un alimento que contenga proteínas hidrolizadas, lo que significa que la proteína se ha dividido en moléculas demasiado pequeñas para que el sistema inmunológico las reconozca.

Durante la prueba, es importante que el animal coma solamente el alimento hipo alergénico y nada más. Todas las golosinas, juguetes masticables comestibles (como cuero crudo), y los alimentos humanos deben ser interrumpidos. La alimentación con estos elementos puede exponer a la mascota a la proteína o proteínas infractoras, lo que puede confundir los resultados del ensayo dietético. Típicamente, el animal recibirá la dieta de prueba durante un mínimo de 12 a 16 semanas. Si los síntomas mejoran o se resuelven durante la prueba y regresan cuando la mascota es alimentada con la dieta anterior, el diagnóstico puede suponer una alergia a los alimentos.

¿Cómo se trata esta enfermedad?

El tratamiento de la EII varía dependiendo de la condición de su mascota y el tipo específico de la EII determinada por la biopsia. La mayoría de las mascotas con EII pueden necesitar una dieta especial y / o medicamentos antiinflamatorios o inmunosupresores.

Otras recomendaciones pueden incluir medicamentos antidiarreicos y antieméticos, antibióticos, tratamientos de parásitos, y / o probióticos.

A pesar de que la EII no siempre se puede curar, con frecuencia puede ser controlada. Las mascotas con EII pueden ocasionalmente tener recaídas.