• La leptospirosis es una enfermedad bacteriana grave y potencialmente mortal que puede ser transmitida a los seres humanos.
  • La enfermedad generalmente ataca los riñones y el hígado de los perros infectados.
  • La leptospirosis se transmite a los perros a través del contacto con agua, suelo o superficies contaminadas. Brotes localizados pueden ocurrir en áreas que han experimentado inundaciones recientes.
  • Los perros infectados requieren tratamiento con antibióticos y terapia de fluidos.
  • El riesgo de infección se puede reducir al tratar de evitar los ambientes de alto riesgo, la vacunación individual de los perros puede ser recomendada.

¿Qué es la leptospirosis?

La leptospirosis es una enfermedad potencialmente grave causada por la bacteria Leptospira interrogans. Esta afecta a los perros, pero también puede infectar a una amplia variedad de animales domésticos y salvajes y a los seres humanos. La bacteria puede sobrevivir durante largos períodos de tiempo en el agua y se encuentra con frecuencia en los pantanos, arroyos, lagos y aguas estancadas. Las bacterias también sobreviven bien en el barro y el suelo húmedo, y brotes localizados pueden ocurrir después de inundaciones. Los animales infectados pueden continuar esparciendo las bacterias en su orina durante meses o incluso años después de su recuperación. Los portadores de la bacteria incluyen mapaches, zarigüeyas o tlacuaches, zorrillos, roedores y perros. La enfermedad es transmitida a los perros cuando estos tienen contacto con la orina, el agua o el suelo contaminado.

Signos de la leptospirosis

Los signos clínicos se desarrollan típicamente 2 a 12 días después de la exposición a la bacteria. En muchos perros, la infección puede permanecer subclínica (sin signos clínicos) o crónica. En los casos agudos o más graves, los perros pueden experimentar enfermedad hepática o renal potencialmente mortal.

Los signos incluyen:

  • Pérdida de peso
  • Fiebre
  • Inapetencia (pérdida de apetito)
  • Vómitos
  • Letargo
  • Dolor muscular y / o articular
  • Diarrea
  • Sangre en la orina
  • Sed excesiva
  • Ictericia
  • Sangrado excesivo

Diagnóstico y tratamiento

La leptospirosis se puede diagnosticar a través de pruebas de sangre, sin embargo, puede ser necesario realizar estas pruebas varias veces para confirmar un diagnóstico.

El tratamiento consiste típicamente en un régimen de antibióticos. Las complicaciones, tales como el daño al hígado o a los riñones o sangrado espontáneo se tratan con terapia de fluidos y otros tratamientos apropiados para el paciente individual. La hospitalización se requiere en muchos casos.

Prevención

La exposición a la leptospirosis se puede reducir mediante la prevención de que su perro  beba de charcos de agua estancada o que de nade en lagos, arroyos u otros cuerpos de agua que puedan estar contaminadas. Desafortunadamente, para los perros que están acostumbrados a un estilo de vida activa al aire libre que incluye natación, estas precauciones pueden no ser prácticas.

La prevención de la leptospirosis se complica por el hecho de que hay más de 200 serotipos diferentes (subtipos) de la bacteria Leptospira interrogans que pueden causar enfermedades en los animales y las personas. Las vacunas disponibles sólo protegen contra un puñado de los subtipos más comunes que infectan a los perros, lo que puede limitar el valor protector de las vacunas. Sin embargo, las vacunas disponibles son eficaces y seguras cuando se usan según las instrucciones, y muchos médicos veterinarios recomiendan la vacunación para perros con riesgo de exposición. Se requiere la revacunación anual.

La vacuna contra la leptospirosis no es requerida para todos los perros. Su veterinario puede recomendar la vacuna basada en el estilo de vida de su perro y el riesgo de exposición a esta bacteria.

La vacunación, sin importar si es un proceso rutinario, es un procedimiento médico. Supervise siempre a su mascota para detectar posibles signos de una reacción a la vacunación  y siga las instrucciones de su médico veterinario acerca de qué hacer si esto ocurre.

Precaución: Los seres humanos también pueden infectarse con la leptospirosis, por lo que es importante manipular con cuidado a los perros sospechosos de tener esta enfermedad. Adhiérase a las buenas técnicas de higiene, como lavarse las manos con frecuencia y evite el contacto con orina contaminada.