Pet bird
Ya sea que tu pájaro mordisquee tus dedos ocasionalmente o te muerda descaradamente como si estuviera haciendo audición para la nueva versión de “Los Pájaros”, de Alfred Hitchcock, sus mordidas no siempre son lo que parecen, de acuerdo con Laurie Hess, médico veterinario y dueña del Centro Veterinario para Pájaros y Animales Exóticos, de Bedford Hilss, en Nueva York. La Dra. Hess explica que morder es el principal problema de comportamiento del que recibe quejas.

Aprendiendo “Lenguaje de pájaros"

Aunque algunos pájaros pueden morder por enojo, es más común que el pájaro use su pico por miedo. “El pájaro te está diciendo que tal vez no quiere hacer lo que tú quieres que haga, y morder es una de las pocas formas que tiene para comunicarlo”, dice la Dra. Hess. “Realmente, no puede hacer mucho más”.

En ocasiones tu amigo emplumado no está intentando morderte, sino que está usando su pico como herramienta para sujetarse y después lleva sus patas hacia el pico, explica la Dra. Hess. “De hecho, esto me sucedió una vez en un programa de televisión a nivel nacional, en el que el pájaro se fue hacia el brazo de una mujer”, dice, “y ella pensó que el pájaro la estaba mordiendo, ¡pero solamente se estaba impulsando!”

Y como los pájaros son criaturas orales, explica la Dra. Hess, en ocasiones picarán y probarán cosas, pero eso no quiere decir que el pájaro esté tratando de hacer daño.

Intenta hablar su idioma

Incluso cuando un pájaro sea considerada erróneamente como agresiva o enojada, cuando solamente tiene miedo, la mordida duele igual y puede afectar la felicidad de un hogar. Por suerte, existen formas para reducir este comportamiento. La Dra. Hess recomienda aprender el lenguaje corporal de tu pájaro y su significado, para que cuando tu pájaro te dé una señal de que no está listo para salir de su jaula, por ejemplo, puedas darle un poco más de tiempo.

La Dra. Hess sugiere dar al pájaro algo mejor de lo que obtiene al morderte. El morder, como otros comportamientos, se hace, ya sea para obtener algo bueno o para evitar algo malo, y persistirá si se fomenta, a menos que se ofrezca una mejor alternativa. Pone a su propio pájaro, Dale, como ejemplo de cómo recibir un premio especial es más atractivo para el pájaro, que hacer que su dueña lo deje solo cuando llegue a casa. “Si voy a la jaula de Dale tan pronto llego a casa, y le abro la puerta y me muerde y me alejo”, dice la Dra. Hess, “entonces continuará mordiendo mi mano porque sabe que me voy a alejar”. Sin embargo, si la Dra. Hess se acerca a la jaula de Dale con una almendra en la mano, “y le pido al pájaro que se suba en mi mano y toma la almendra, que le encanta y no va a tener en otro momento”, explica, “entonces va a saber que ‘si me subo a la mano, obtengo una almendra’. Y eso es algo por lo que vale la pena subirse en la mano”.